martes, 22 de enero de 2013

A.R.A. Santísima Trinidad el buque que lideró el desembarco en Malvinas


A.R.A. Santísima Trinidad el buque que lideró el desembarco del 2 de abril de 1982

Orgullo de la Armada y un pedazo de la historia argentina 

El que se está hundiendo en la Base Naval de Puerto Belgrano es un barco que forma parte de la historia argentina. El destructor Santísima Trinidad fue orgullo de la Armada a comienzos de los años ochenta. Con su gemelo Hércules dotaban a la entonces poderosa Flota de Mar de cobertura antiaérea de vanguardia. La marina británica también mostraba altiva sus buques clase 42, iguales en diseño, armamento y tecnología a las dos naves argentinas, como el Sheffield. Sus caminos se cruzarían en el Atlántico Sur.

En noviembre de 1980 se afirmó el pabellón del destructor Santísima Trinidad, nombre que recuerda a uno de los primeros buques insignias de la Armada Argentina en la Guerra de la Independencia. El escudo propuesto por su entonces comandante, capitán de navío Nelson Raúl Castro, con fecha 26 de junio de aquel año, fue aprobado el 4 de julio y su estilo, a diferencia de otros, sigue el de los escudos navales de la Europa del norte por su forma redonda. En un campo circular esmaltado de azul celeste, tiene un motivo único y central que consiste en la representación ideológica de la Santísima Trinidad que se halla en manuscritos medievales, en la forma de tres peces o delfines en plata, exactamente iguales y cerrados sobre sí mismo formando un triángulo curvado. Es la evocación cristiana de Dios Uno y Trino, sobre el fondo circular que por forma y color representa al cielo, el mar y la eternidad. Todo el campo del escudo aparece circundado por un cabo marinero en esmalte blanco como símbolo de pureza y honorabilidad en la defensa de la nación. Finalmente esta sostenido por un ancla de oro y timbrado de una corona naval, ambas como símbolos de la actividad naval y del poder y la victoria en el Mar, en el esmalte que representa la nobleza, la magnanimidad y la sabiduría.



Un emblema de Malvinas

El ARA Santísima Trinidad tuvo un papel destacado en la "Operación Rosario" con la que se desembarcó en las islas en 1982.
Con 125,6 metros de eslora, el destructor Santísima Trinidad transportaba helicópteros Alouette y Fennec y estaba equipado con misiles de superficie y aire Sea Dart, cañones, ametralladoras, lanzatorpedos y radares. Tenía capacidad para 300 tripulantes y un desplazamiento de 4100 toneladas funcionando a pleno.

La misión del ARA Santísima Trinidad fue la de servir como nave almirante de la "Operación Rosario", que trasladó a la Agrupación de Comandos Anfibios y a dos Secciones de la Agrupación de Buzos Tácticos, 92 hombres en total, y desembarcó a las 21.15 del 1 de abril de 1982 en la zona de Puerto Enriqueta, en Malvinas. 

La fuerza de ataque que en marzo de 1982 se dirigió a las islas Malvinas estaba encabezada por el Santísima Trinidad. Fue el buque insignia en el desembarco del 2 de abril.


En su puesto de mando se llevó a cabo la reunión decisiva antes de hacer pie en Puerto Argentino. Ayer se fue a pique frente al desinterés de las autoridades. De allí partió el capitán de corbeta Pedro Giachino y sus buzos tácticos la noche del 1° de abril. El movimiento de los botes de goma hacia tierra fue tan silencioso como la caída final de la nave que los transportó. Apenas meses antes ese buque había visitado la base de Portsmouth , el asentamiento principal de la marina británica. Fue el viaje de entrada en servicio, cuando ambas armadas se conocían tanto como para confiar el intercambio de conocimientos. Para la Santísima Trinidad era un periplo demorado. Debía haber sido colocada antes en la defensa antiárea de la Flota de Mar. Pero su construcción fue demorada. Por un golpe de mano de un grupo comando de Montoneros.

Buque histórico 

La historia del destructor Santísima Trinidad empezó sin llegar al agua. En el Astillero de Río Santiago se esperaba al armado del Santísima Trinidad como punto de despegue de la construcción naval argentina. Se contaba con el permiso británico para copiar el modelo de destructor misilístico clase 42. Se trabajaba el buque para convertirlo en un hito de la industria naval local. A las 4.10 del 22 de agosto de 1975, una explosión conmocionó al astillero, y a la Armada. Un pequeño grupo de buzos tácticos de Montoneros logró infiltrarse en Río Santiago.

El destructor Santísima Trinidad estaba amarrado en un muelle. No sabían en ese momento que se había fijado en su caso una mina naval. Los daños fueron considerables y demoraron varios años la finalización del buque. El comando montonero cayó en una de las redadas de los marinos. Fue reconvertido en una unidad especial mixta. Fue el grupo que intentó en 1982 atacar buques británicos en la base de Gilbraltar. Ésa es otra historia, aunque atrae de nuevo a Malvinas hacia el Santísima Trinidad. El 28 de marzo de 1982 zarpó desde Puerto Belgrano, de un muelle cercano al que ahora parece ser su destino final. A bordo ubicaron sus estados mayores el almirante Walter Allara, jefe de la fuerza anfibia de desembarco, y el general Osvaldo García, a cargo del V Cuerpo del Ejército.

El almirante Carlos Büsser, jefe de la Infantería de Marina y diseñador del plan de ataque, navegaba en el transporte Cabo San Antonio, pero fue a bordo del Santísima Trinidad donde se lanzó la oleada inicial de comandos.


Museo flotante

Quedó amarrado junto a otros buques inactivos. En espera desde 1989. Alguna vez aguardó ver recuperado su poder naval. Pero perdió la partida contra su hermano Hércules.

El bloqueo británico a repuestos golpeó duro a los clase 42. Uno se comió al otro para sobrevivir. El Santísima Trinidad quedó vacío. Sin tripulación, sin nada que pudiese ser usado. Esperó el final.

Este año el Gobierno habló de crear un museo sobre la guerra de las islas Malvinas. El lugar elegido, la ESMA. Difícil sería colocar allí un barco en exposición. Tan complicado quizá como el avance real de ese museo anunciado. A 30 años del conflicto, no existe un predio que recuerde esa lucha. Tampoco la Armada guardó un lugar destacado para ese navío. Y el desenlace puede vincularse con la caída en desgracia del portaaviones 25 de Mayo, hundido como chatarra.

El buque navegó efectivamente 8 años, desde 1981 a 1989, aunque la historia de su adquisicón se remonta a fines de los años '60 cuando se decidió comprar dos fragatas misilísticas en el Reino Unido. Una de ellas, la Hércules fue traída armada y navegando, mientras que la Santísima Trinidad se ensambló en Río Santiago. Recién en 1981, fue llevada a Inglaterra para que el fabricante avalara la construcción y salió de los talleres ingleses con el rango de destructor, al igual que su gemelo. Por los esfuerzos del material y para algunos por las secuelas del atentado, la nave sufrió averías importantes, que la dejó por el resto de la guerra casi raleada a cargo del patrullaje de aguas poco profundas.



Su último viaje fue en junio de 1989, cuando por el embargo británico posterior a la Guerra de Malvinas, comenzó a ser canibalizada para que su gemelo, el Hércules, pudiese seguir navegando. Quedó fuera de servicio en 1989 y ahora, una rotura de una tubería en el sector de máquinas provocó el hundimiento de varios compartimientos y la nave se fue escorando hasta apoyarse contra un pesquero, con una escora (inclinación) de unos 50 grados. Así lo reveló el sitio elrosalenio.com.ar de Punta Alta.
 
Fuera de servicio

La situación del buque El buque Santísima Trinidad está fuera de funcionamiento: en el año 2000 fue pasada a la condición de "receso temporario" y fue radiada definitivamente del servicio activo en el año 2004. "Desde el 2004 le fue retirada su tripulación y solamente permanecía a bordo una mínima cantidad de personal de guardia", señalaron desde la Armada. "La situación se encuentra al momento controlada y se procederán a efectuar las tareas tendientes a llevar al buque a sus condiciones normales de flotabilidad", aseguraron desde esa fuerza.

 
El buque está en Puerto Belgrano, la principal base de la Armada Argentina, situada junto a la ciudad bonaerense de Punta Alta. Los técnicos esperan a que la nave "toque fondo con la baja de la marea" para poder trabajar en la reparación, informó la Armada en un comunicado. Según informó la Armada, tras la avería "se presentó en el lugar personal especializado del Servicio de Salvamento y Buceo de la Armada".

Los especialistas determinaron que el problema se suscitó "como consecuencia de la rotura de una tubería de 6 pulgadas, lo cual produjo un importante ingreso de agua". "Ante la cantidad de agua embarcada que superó la capacidad de las bombas de achique, se procedió a retirar al personal que se encontraba trabajando, a la espera que la embarcación toque fondo con la baja y de esta manera poder trabajar con mayor seguridad". A pesar de que se trabajó como bombas de achique, no se pudo evitar el hundimiento de buena parte de la nave.

Hoy el buque amaneció apoyado contra un buque pesquero con una inclinación de unos 50 grados. Es probable que alguna parte del Santísima Trinidad forme finalmente parte de algún museo. El buque quedó en una posición irrecuperable. Si no llegó al fondo, sólo fue porque en ese lugar la profundidad es mínima. De todas maneras, los trabajos futuros no apuntarán a ponerlo a flote nuevamente, sino a quitar los restos. No habrá fiesta de regreso. Hitos en la vida de un navío olvidado. Este buque fue el emblema de la Guerra de Malvinas . Desde ayer, pasó a formar parte del deterioro naval.

Cronología 

BAUTISMO: 10 de noviembre de 1974 En el Astillero de Río Santiago se desarrolló la ceremonia de presentación del destructor clase 42. Un sargento murió ese día al caer de un andamio

ATENTADO 22 de agosto de 1975 Un grupo de comandos anfibios de Montoneros penetró en el muelle donde estaba amarrado el buque y colocó cargas explosivas. El casco sufrió serios daños que demoraron su construcción MALVINAS 2 de abril de 1982 El Santísima Trinidad fue el buque insignia en el desembarco en las islas Malvinas. Allí se instalaron los jefes militares y transportó al capitán de corbeta Giachino y sus buzos tácticos

HUNDIDO: 21 de enero de 2013 Tras permanecer fuera de servicio desde 1989 el buque se hundió amarrado en Puerto Belgrano

EL GEMELO HÉRCULES:  El destructor clase 42 Hércules fue gemelo del Santísima Trinidad, construidos ambos a partir de un acuerdo con la marina británica en los años 70. El Hércules continúa en actividad, aunque fue modificado para cumplir un servicio bien diferente a su rol primario de defensa antiaérea: ahora es un transporte rápido de tropas. A causa del bloqueo británico desde 1982 los destructores clase 42 perdieron sus capacidades misilísticas. Los Sea Dart quedaron inactivos. Así entre 2000 y 2004 se modificó el Hércules (trabajo realizado en parte en Chile) para llevar a 240 infantes de marina y dos helicópteros con misiles Exocet.


1 comentarios :

jimenezjorgeantonio@yahoo.com.ar dijo...

Ese buque debe ser puesto a flote nuevamente e irlo rearmando al estilo de como era de nuevo , y destinarlo luego como museo flotante en un destino próximo al apostadero de la fragata Presidente Sarmiento . Si lo van haciendo de a poco el costo no afectara mucho y será faqctible , es cuestion de pensar un poco y de poner voluntad y un poquito de patriotismo , claro eso no abunda en este puto país .

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