sábado, 28 de marzo de 2015

La militarización en Malvinas no es por una amenaza argentina


La militarización en Malvinas es injustificable

Especulación política y control del Atlántico Sur.

Veteranos de Guerra argentinos y los  Kelpers reconocen que no existe riesgo alguno de una acción militar.

En medio de una situación económica complicada, el secretario de Defensa del Reino Unido, Michael Fallon, justificó el gasto militar el pasado martes 24 ante la Cámara de los Comunes, con un argumento falaz.

Fallon intentó convencer a los parlamentarios laboristas y conservadores de que "la Argentina sigue siendo una amenaza muy viva", por lo cual resulta necesario enviar dos helicópteros, instalar nuevos misiles antiaéreos, mejorar sistemas de comunicación en el archipiélago y modernizar equipos que utilizan los 2 mil soldados británicos estacionados en las islas australes.

El diario sensacionalista The Sun manifestó la inquietud del Reino Unido porque supuestamente la Argentina estaría negociando la compra de doce bombarderos rusos con el gobierno de Vladimir Putin, lo cual fue desmentido por el Ministerio de Defensa de Argentina.

Fallon avaló la idea de que la Argentina se rearma con ayuda de Rusia pero dijo no haber podido constatar la supuesta compra de aviones rusos. Y que es “una amenaza creciente”, de “agresividad” y de las alianzas con China y Rusia. 

También comentó las perspectivas de futuras adquisiciones. Retomaba así un tema que había sido anticipado por el diario sensacionalista The Sun, que anticipó el plan y lo relacionó con la posible compra de cazabombarderos rusos de última generación Su-24. Tanto Argentina como Rusia negaron que existan perspectivas de una compra, fuentes del ministerio indicaron que se está evaluando la compra de material aéreo militar a China.  

En un comunicado, la cancillería argentina dijo que “además de inverosímil, resulta absolutamente injustificable que se agite el fantasma de una presunta ´amenaza argentina´ para aumentar el presupuesto militar británico y consolidar la creciente militarización de las islas”.

La postura británica coincide con los ataques discursivos del gobierno de Barack Obama hacia Rusia, por lo cual se estima que Londres intenta aceitar la vieja alianza, ante la soledad diplomática que padece en torno del conflicto de Malvinas.

Cuestionado por la OTAN por el conflicto con Ucrania, Moscú sostiene que "Crimea es mucho más rusa que Malvinas británica".

La advertencia sobre un supuesto apoyo del gobierno Putin a la Argentina no sólo le sirve a Londres como excusa para aumentar su presupuesto militar, sino también como guiño a Washington que en los últimos tiempos no defendió a su viejo aliado con entusiasmo respecto de Malvinas.

También se especuló que el gobierno del conservador David Cameron intenta captar votos nacionalistas para la elección del próximo 7 de mayo, en la cual aspira a conquistar un segundo mandato hasta el 2020.
Cameron sostiene una dura porfía con los laboristas, ya que las encuestas indican que ambas fuerzas poseen una intención de voto similar.

Sin embargo, el primer ministro deberá esmerarse para demostrar una supuesta agresividad argentina ya que, más allá del énfasis puesto en la recuperación de las islas Malvinas, desde la reinstauración de la democracia ningún gobierno se planteó el suicidio de un nuevo conflicto armado.

El principal periodista Kelper en Malvinas, John Fowell, dijo: “No temblamos de miedo en anticipación de otra invasión, pero nos gustaría que la Argentina dejase de lado su reclamo anacrónico de soberanía”. El editor del periódico Pinguin News indicó también que, en su opinión, “lo que hemos visto esta semana es un ejemplo de cómo los políticos y los medios más sensacionalistas pueden crear un monstruo de un ratón”.

Además, utilizó el humor para señalar el flaco estado del material militar argentino: “Dado el estado del material militar y naval argentino, el mantenimiento y la renovación puede parecer algo extraño, pero es bastante normal en fuerzas que pueden costearlo”.

Para quienes participaron de la guerra de 1982 también parece impensable el uso de la fuerza. “A pesar de que durante el conflicto la disparidad tecnológica era importante, la diferencia que existe hoy es mucho más grande”, explicó el responsable de un escuadrón aéreo durante el conflicto de 1982, que pidió anonimato.

Desde su perspectiva, “no hay ningún indicio de que nuestro país pueda pensar en una opción militar, el último material aéreo que se sumó a la fuerza fue en 1997 (los A4-AR), hoy se están evaluando distintas opciones”.

La diferencia con 1982 no surge sólo del material aéreo, explica el oficial retirado, “en ese momento los aviadores tenían muchas más horas de vuelo de las que pueden tener hoy los efectivos de la fuerza, además hay otra diferencia que es cualitativa, porque en aquel momento no sólo había más horas de vuelo, sino que incluían más prácticas de tiro y otras requeridas para contar con la aptitud en combate”.

Para algunos el mensaje británico es para consumo interno ante la próxima elección. Para otros forma parte de una apuesta estratégica a largo plazo que busca justificar la presencia militar británica en el Atlántico Sur.

Más allá de las diferencias, argentinos y kelpers coincidieron en que no tienen ningún sustento los temores a una eventual acción militar argentina, ventilados esta semana por el ministro de Defensa británico, Michael Fallon.

La cancillería nacional insistió en que la Argentina no tiene ninguna hipótesis de conflictos con terceros países, pero la reivindicación de la soberanía sobre las islas australes está incorporada a la Constitución Nacional.

El Reino Unido no acató ninguna de las 40 resoluciones de Naciones Unidas que instaron a negociar ambas partes, además de numerosas declaraciones de organismos regionales como Unasur, Mercosur y Celac, y de otros entes internacionales como el Grupo 77 y China.

Referencias
http://www.telam.com.ar/
http://www.perfil.com/


0 comentarios :

Publicar un comentario

Sitios Afiliados

Archivo General

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...